Jordi Ribes es un artista radicado en Barcelona. Su obra es conocida por desdibujar las líneas entre la expresión digital y la pictórica. Consigue esta ambigüedad a través del uso poco convencional del óleo, que -desprovisto de su habitual maleabilidad- da un efecto pulido e indistinto, combinado con la adopción de colores eléctricos y artificiales. El efecto sirve para alimentar la narración de un mundo de fantasía. Este universo presenta figuras llenas de puntos de referencia, que dan lugar a un juego de contrastes entre lo ingenuo y lo perverso, lo familiar y lo desconocido, lo real y lo ficticio.

Su obra se ha presentado en exposiciones individuales en la Galería Senda de Barcelona y en la L21 de Palma, así como en exposiciones colectivas en lugares como el Centro de Arte Dos de Mayo (Madrid), Arts Santa Mónica (Barcelona), Palais de Tokyo (París), Galería Lelong (París), Galería Oliva Arauna (Madrid) y Tecla Sala (L’Hospitalet, Barcelona). Galardonado con el Premio Altadis, su obra forma parte de colecciones como la del Centro de Arte Dos de Mayo, el Patronato Martínez Guerricabeitia, la Fundación Altadis, la Fundación Vila Casas y la Fundación Guasch Coranty.