Ana Barriga (España, 1984) vive y trabaja en Madrid. Es licenciada en Bellas Artes por la Facultad de Bellas Artes de Sevilla. Anteriormente cursó estudios de Técnico Superior en Aplicación del Arte a la Piedra en Sevilla. Ana Barriga trabaja con técnicas mixtas, utilizando óleo, esmalte, rotulador y spray, que utiliza como acto vandálico hacia sus propios cuadros, sello distintivo de toda su obra. En su obra trata temas trascendentales como la vida, la muerte, el amor, el sexo o las relaciones humanas. Toda su obra sigue un proceso idéntico en su búsqueda del equilibrio entre emoción y razón: rescata objetos estéticamente lúdicos o simpáticos e interviene sobre ellos recontextualizándolos y cristalizándolos a través de su proceso creativo. El resultado: una estética viva y colorista que complementa la relación entre la imagen definitiva y el título de la obra, a menudo elocuentemente puntuada y marcada por la ironía.

Ana Barriga está convencida de que existe una vida oculta en nuestro interior, donde habitan nuestros deseos, sueños, esperanzas y frustraciones. La artista entiende sus figuras como mensajeros que pueden transmitirnos enigmas cifrados y mensajes de ese "otro mundo". También nos remite a las formas de representación construidas, precisamente "artificiales", del arte, que como espectadores nunca vemos sin prejuicios.

"Me considero un cazador, que selecciona los mejores objetos que la sociedad ha desechado", explica Barriga. "Intervengo en ellos de forma lúdica, con sarcasmo e ironía, y esto me permite quitar seriedad a temas importantes como la muerte, la sexualidad o la religión. La forma en que manipulo los objetos, pinto y cubro mis propios diseños, apunta a la manera en que concibo el acto creativo, y quizá incluso la vida misma."