"Los cuadros cobran vida propia, al margen de mis encuentros cotidianos con los objetos representados".
Pedro Pedro reimagina la naturaleza muerta en jugosas pinturas de lo cotidiano. "Intento animar objetos con los que interactúo a diario y darles personalidad o vida", dice. Exuberantes cuadros de frutas, flores, ropa y comida conviven con colillas de cigarrillos. Los colores y las formas son caricaturescos y juguetones, llenos de líneas exageradas. Al igual que su estilo pictórico, el proceso de Pedro fusiona aspectos analógicos y digitales. Empieza con un pequeño boceto que fotografía y pasa a Photoshop. Después se convierte en un collage digital, que el artista vuelve a plasmar en lino crudo con tiza. Después rellena con pintura textil, que tiene un efecto único de tinte transparente. Por último, añade zonas de color y detalles con acrílico.