El artista Pedro Pedro, afincado en Los Ángeles, está especializado en captar la ansiedad lúdica de nuestro entorno cotidiano. Sus bodegones incluyen cuencos de fruta, abundantes extensiones de comida o ropa caóticamente esparcida. Aunque todo tiene un color intenso, las imágenes de Pedro mantienen una textura suave al aplicar pintura textil sobre lino sin imprimar.

En su exposición más reciente, Junio 2021, en The Hole de Tribeca, el artista sigue creando yuxtaposiciones sutiles y siniestras, llamando la atención específicamente sobre la contigüidad de nuestras virtudes y vicios cotidianos. Frutas y verduras se combinan con colillas y carnes decadentes; una ensalada extravagante se acompaña de cortaúñas. Hay rastros de un sujeto activo y saludable, pero con una torpeza que se hace evidente a través de sus pañuelos usados y sus llaves extraviadas.

En el universo pintado por Pedro, la salubridad coexiste con la tensión inquietante. Esta tensión se ve subrayada por la perspectiva sesgada y los planos planos del artista, sobre los que todos los objetos se asientan como si estuvieran a punto de caerse del lienzo. Sin embargo, lo más importante en la práctica de Pedro es su intuición, elaborada a partir de un collage de imágenes, sus escenas se van construyendo sobre la marcha, permitiendo que brillen sus pensamientos internos, al tiempo que deja espacio para los nuestros.