Mónika
Kárándi
La práctica de Monika Kárándi representa sus recuerdos distorsionados a lo largo del tiempo como formas abstractas. Para la artista, el mundo resultante, que parece surrealista, refleja su actitud ante la vida y el arte. Las considera falibles y esa falibilidad, con la plena duda del futuro, hace que sus obras sean bastante distópicas. Los extintos y carnosos paisajes de Kárándi dominan el campo del cuadro, pero los entes de su interior dan vida a las obras.
Inspirada en el desierto de Namibia, en la costa occidental de Sudáfrica, la última serie de obras de la artista explora la vida íntima de las plántulas autóctonas del desierto, que crecen en parejas y luego se fracturan y mueren gradualmente; para Kárándi este ciclo vital tiene un extraño paralelismo con sus propias experiencias personales de pérdida. Como resultado, en estas obras, un ambiente de jardín terrenal muestra a las plantas evolucionando hacia formas mucho más antropomórficas.
Kárándi se licenció en Bellas Artes por la Universidad Húngara de Bellas Artes de Budapest en 2014. Desde entonces, sus obras han sido expuestas por Ojiri Gallery, WOAW Gallery, Anar Ebgi Gallery y Nicodim Gallery en exposiciones individuales y colectivas en Budapest, Hong Kong, Londres y Los Ángeles.