Mevlana
Lipp
Las obras de arte de Mevlana Lipp brillan en la oscuridad. La seguridad de una luz nocturna, el sueño neón de una fiesta rave, el poder bioluminiscente de la naturaleza, el amanecer de la iluminación espiritual, el éxtasis fosforescente de una galaxia muy, muy lejana, las imágenes posteriores que pican en la retina, el resplandor de consuelo en tiempos oscuros, la explosión de recuerdos abrumadores de flash, la luz negra de imágenes microscópicas, la lámpara mágica humeante de Las mil y una noches y el ardiente resplandor de una isla exótica bañada por el sol: todos estos destellos de luz están entrelazados en los jardines resplandecientes del artista. Con el título "Soleil", Lipp honra al sol como el único objeto en nuestro sistema solar que produce su propia luz.
El arte de Lipp es descaradamente hermoso. La estética es profunda, no superficial. A través de un equilibrio perfecto entre sentimiento y razón, y entre intuición y técnica, logra un poder transformador en su obra. Con la democracia de la belleza, Lipp honra la parte primaria en cada uno de nosotros. La parte que puede conectarse sin palabras ni pensamientos. A menudo son la raíz de mucho sufrimiento. Estas obras amenazan y admiran, celebran y advierten, provocan miedo existencial y vitalidad, son zanahoria y palo. El enfrentamiento parece ligero como una pluma pero deja moretones al final.