József
Csató
La obra de József Csató evoca una sensación inmediata de confianza. Es como regresar a géneros conocidos como paisaje, retrato, naturaleza muerta, narrativa y abstracción. Pistas de reconocimiento juegan con la imaginación. Con una paleta de colores que hace que lo sombrío y lo animado choquen hasta que se abrazan entre sí, el artista crea su refugio libre donde la maravilla, la confusión y el caos reciben una mención honorable. Las escenas y naturalezas muertas rebosan de vida y ruido mientras se trasladan a composiciones tensas, con un ojo excepcional para el equilibrio y el poder del silencio.
Para Csató, la pintura es una negociación continua con la forma. Patrones tambaleantes y componentes antropomórficos, totemistas y sobredimensionados pulsan con personalidad. El artista recoge los jugadores en sus lienzos de manera intuitiva. A partir de bocetos, traza ideas que finalmente nunca parecen encajar en el lienzo. "Una pintura es una pintura", acepta, "y los planes están destinados a desviarse". Las pinturas tienen una capa abstracta delgada como nido para la dramaturgia de la abstracción y la figuración que se desarrolla más tarde. Su técnica utilizando tanto acrílico como óleo sobre lienzo da mucho espacio para jugar con la fluidez de las formas. La pareidolia es un fenómeno psicológico a través del cual la ilusión invita a interpretar los rostros como formas arbitrarias. No hay un enfoque directo en la creación de figuras antropomórficas. Surgen de este juego caprichoso del cerebro, y el artista avanza con lo que aparece como una sorpresa. En el momento del azar, la forma confusa muestra su verdadero rostro; el artista luego decide mantener lo que ve y desarrollarlo aún más. Muchas pequeñas figuras bailan por la superficie o una más grande casi rompe el marco. Su carácter fluido no se somete a los límites del lienzo. Cuando se exhiben, nuevos dibujos pueden crecer entre las diferentes obras de arte. Csató describe la pintura como montañismo. Comienza su viaje, pero pronto se da cuenta de que ha olvidado algo y regresa, después de lo cual toma otro camino de regreso hacia arriba. Esto sucede una y otra vez. La lucha con la composición, el flujo incesante de formas nacidas de la búsqueda de soluciones y la constante sorpresa son los incentivos ilimitados con los que intencionalmente crea su caos donde las referencias y asociaciones alcanzan su máximo potencial.