En el centro de la actitud de Cristina Lama hacia la pintura hay una sensibilidad abstracta que aborda la narrativa de manera vaga. Aunque aparecen figuras, el valor representacional de su obra está mayoritariamente subordinado a los aspectos materiales de la pintura y la fluidez del lenguaje, que son las principales preocupaciones de la artista. Ella confía en la intuición más que en cualquier otra cosa e insiste en que las imágenes realistas son sólo un pretexto para su experimentación con diferentes disposiciones de líneas, formas y colores, una constelación de elementos dentro del plano pictórico que tienen igual significado. Compara su proceso con el de un compositor; un buen cuadro depende de tocar los acordes correctos y crear un cierto tipo de armonía (Cy Schnabel)

Cristina Lama (Sevilla, España, 1977) actualmente vive y trabaja en Sevilla. Entre sus exposiciones individuales recientes se incluyen Música para un murciélago, Amanita, Nueva York (2023); Entretanto, CAC, Málaga (2022); Vigilia, VETA by Fer Francés, Madrid (2022); Habitación con Vistas, Villa Magdalena, Donostia-San Sebastián (2021). Su obra ha sido expuesta en centros de arte contemporáneo como CAAC Sevilla, CAC Málaga, Museo de la Diputación de Huelva, MIAM de Sète, Fundación Giorgio Cini, así como en galerías de todo el mundo (Italia, Portugal, Alemania, Suiza, Estados Unidos, México, Canadá...). Su obra se encuentra en colecciones públicas y privadas como CAAC Sevilla, CAC Málaga, Benetton Art Spain Collection, Julian Schnabel en Nueva York, Irwan Pean en Hong Kong, Colección Cordeiros en Oporto o Colección Carragosela en Lisboa, entre otras.