Intrincadas, sensuales, absurdas: éstas son algunas de las palabras que pueden utilizarse para describir las pinturas de Ariane Heloise Hughes. A través de procesos de objetivación, fragmentación y amplificación, sus cuadros son un espejo de la era del espectáculo y se inspiran en la ubicuidad y farsa de la imagen digital y el espacio de visualización en línea. Las representaciones surrealistas de Hughes, que se apropian de relatos a menudo banales e involuntariamente familiares en una lengua vernácula visual llena de formas inusuales y exageradas, crean un mundo que pretende atraer al espectador, involucrándolo en un proceso de mirada activa y pensamiento contemplativo. 

El desnudo femenino es un tema recurrente en la obra de Hughes, que emplea el cuerpo femenino como tropo pictórico para instigar un comentario irónico sobre la cultura actual del voyeurismo y la perpetuación de la autorrepresentación idealizada en línea. A través de objetos y elementos anacrónicos, distorsiones de escala y usos del color, Hughes usurpa sus reflejos de ahora en escenarios ostensiblemente tradicionales y curiosos. Al llamar la atención simultáneamente sobre el artificio de la imagen y presentarla como verdad a través de representaciones naturalistas, Hughes reflexiona sobre la función de las redes sociales: la precesión del simulacro. 

Las pinturas de Hughes se inspiran habitualmente en sus observaciones personales, tanto fuera como dentro de Internet. Registra y fotografía elementos de la vida cotidiana, a menudo incluso haciendo capturas de pantalla de imágenes publicadas por usuarios anónimos de Instagram, y se refiere a estas imágenes recopiladas a la hora de organizar nuevas composiciones. A través de su práctica, Hughes eleva estas fotografías cotidianas a algo más, acercándolas a la línea de las bellas artes y a un espacio tangible de su propia creación. Sus lienzos se animan con capas de pintura y color, materializándose con profundidades visuales nuevas e inusuales e impartiendo una calidad táctil distintiva. 

Las pinturas de Hughes, profundamente vinculadas a la estética y la historia del surrealismo, exageran la interacción entre lo real y lo irreal, ramificando y realzando a la vez su lectura. Utiliza técnicas artísticas tradicionales para volver a involucrar a su público en el acto de mirar, animándonos a considerar los hábitos en línea y el consumo pasivo de imágenes en nuestro mundo digital actual.