Nacido en 1989, vive y trabaja en Budapest, Hungría. Se graduó en la Universidad Húngara de Bellas Artes en 2010. Varios hombres jóvenes, marcados por referencias contemporáneas y culturales, pueblan los lienzos del artista húngaro Ákos Ezers y se confunden con sus miembros alargados y entrelazados en cuadros abstractos. Las representaciones surrealistas de los cuerpos pintados ocupan a menudo toda la superficie del cuadro y en su linealidad forman un marco geométrico que parece constreñir a las personas representadas. Con sus posturas encorvadas y retorcidas y sus miradas vacías, parecen tristes marionetas de una autoridad invisible, lo que contrasta con la colorida y fuerte paleta de colores de los cuadros. Ákos Ezer invita al espectador a elaborar su visión personal de las estructuras sociales actuales en su Hungría natal. Las obras narran de forma simpática y humorística, pero en absoluto trivializadora, la vida de la juventud húngara y sus esfuerzos personales y la falta de perspectivas en la vida cotidiana provocada por las autoridades y los conflictos políticos.